VILLA ROMANA DE LA OLMEDA (Palencia)

Los orígenes de tan bella villa, a tan solo 5 km de la villa de Saldaña, se encuentran al norte de la actual y se pueden fechar a finales del S. I o principios del II, en época Flavia pero a mediados del S. IV se produjo un cambio sustancial en su emplazamiento, se abandona el antiguo y se levanta uno nuevo, mucho más grande y suntuoso que el anterior.  No está claro si fueron nuevos dueños, mucho más adinerados que los anteriores o que la fortuna familiar dio un salto cuantitativo.

PLANO DE LA VILLA

La cuestión es que el nuevo edificio se convirtió en una espléndida villa con dos partes independientes, unidas por un ancho pasillo.  Una parte era la vivienda familiar y en la parte oeste estaban los baños.  En total tiene una extensión de 4.400 m2, con más de 1.400 m2 de pavimentos de mosaico.  Además el conjunto de la villa estaba formado por otras dependencias: viviendas para colonos y siervos, almacenes, cuadras y otras áreas de trabajo, incluidas una zona para enterramientos.

La vivienda principal, de cerca de 3.000 m2 es cuadrada, con un jardín central, rodeado de galerías que se abren a las habitaciones y corresponde al tipo de vivienda mediterránea llamada de «peristilo», muy frecuente en el mundo romano.

En sus fachadas Norte y Sur tenía pórticos flanqueados en sus extremos por torres octogonales en la parte norte y cuadradas en el parte sur.  El acceso principal al interior de la vivienda, atravesado el pórtico sur, se hacía hacia la habitación V-3, al fondo se alzaban unas columnas cuyas basas se conservan ·in situ» que servían para marcar el paso del vestíbulo a la galería sur del peristilo.  En ese vestíbulo es donde esperaban al señor de la villa sus «clientes».

Desde la galería sur se accedía a la habitación V-5 pavimentada con un suelo de opus signinum (mortero de cal con fragmentos cerámicos) que tiene en el sector central cuatro hoyos semiesféricos unidos por canales, probablemente se trata de asientos de tinajas, con lo que probablemente esta y la habitación contigua, la V-6, son almacenes o despensas.  De esta habitación sale una escalera que llevaba al piso superior.  La habitación V-9 pudo ser una alcoba con uno de los mosaicos geométricos más bellos.  La V-13 se puede considerar uno de los «triclinios» o comedores de la casa.

El Oecus (V-14) es la sala principal de la vivienda de 175 m2 y es donde se encuentran los mosaicos más importantes de los conservados.  La parte figurativa se compone de tres temas bien distintos.  El primero de ellos es una escena de caza, compuesta por siete escenas diferentes.  Una de las más bellas es un jabalí acosado por perros, de un realismo poco común en los mosaicos hispanos.   En el centro del salón hay un motivo mitológico: se trata de la leyenda del descubrimiento de Aquiles por parte de Ulises, cuando aquel se ocultaba vestido de mujer en la Isla de Skyros, dentro del gineceo del rey Licomedes.  Ulises, a la derecha de la composición, indica con la mano a Aquiles, donde está Troya, mientras las princesas hijas de Licomedes intentan impedir su marcha, al saber el fatal destino que le llevará a morir en la guerra.   Una ancha cenefa rodea la escena, es el tercer tema figurativo y se trata de una serie de medallones ovalados que cuelgan de las alas de ánades, cuya cola se transforma en delfín.  En cada medallón o clípeo hay un rostro,  alternativamente masculino y femenino, de personajes todos jóvenes, incluso algún muchacho, que forman una auténtica galería de retratos familiares de los dueños de la casa, es sin duda el más importante por su singularidad y cuidadísima factura.  En las cuatro esquinas de la cenefa, las cuatro estaciones.  La más completa, la del invierno.

En el extremo Este de la galería una puerta de entrada a una habitación absidiada, la V-16, que estuvo dotada de hypocastum, sistema de calefacción subterránea «radiante».

El mosaico de la habitación V-18 destaca por su fuerte colorido, principalmente el amarillo y el rojo y tiene un diseña de cuadros y hexágonos alargados separados por sogas que encierran diversos motivos geométricos y florales.  Lo rodean dos cenefas, una interior de flores de tres pétalos (tulipanes) y otra exterior de flores cuadripétalas encerradas en cuadrados.  Es mosaico es uno de los que se han conservados íntegros.

Las habitaciones que se abren a la galería norte tienen suelos de opus signinum y de tierra.  La V-22 es la entrada norte de la villa.  En la V-24 se ve el hueco de la escalera de acceso al piso alto.  Tanto en la crujía Norte y Sur había dos pisos y las este y oeste eran de piso bajo.    En la galería oeste del peristilo hay un mosaico con el mismo diseño del de la galería oriental.  Del centro de esta galería sale un pasillo que comunica con los baños.  La habitación V-32 es posiblemente el comedor o triclinio principal de la vivienda.

El espacio central, el jardín con peristilo, V-41, tenía en medio una fuente de la que apenas aquedan restos, rodeada por un pequeño mosaico totalmente destruido.  De la fuente parte un desagüe de ladrillo visible en la actualidad, que atraviesa la galería norte bajo el mosaico, la habitación V-22 y el pórtico (V-40) y vertía en un arroyo perpendicular, hoy desaparecido.

Los baños es un edificio situado en el lado oeste y unido a la vivienda por un amplio corredor y forman un conjunto uniforme construido simultáneamente.  El corredor divide los baños en dos partes, al sur una habitación circular de 170 m2 (B-12), con cuatro saliente en ángulo recto y pavimento de opus signinum de color muy claro, al que se superpone un mosaico.  Esta sala se calentaba mediante el hypocaustum, las chimeneas de tiro se situaban en lo salientes el ángulo recto, empotradas en la pared.  Dos puertas al oeste la comunicaban con cuatro pequeñas habitaciones.  Al norte del corredor de unión con la vivienda, frente a la sala circular de la zona sur de los Baños, se encuentra el apodyterium o vestuario de los baños (B-02), de forma cuadrada con las esquinas redondeadas, tiene adosada a su pared oriental y a parte de la pared un banco corrido, En la esquina noroeste una pequeña bañera de forma oval muy bien conservada, con escalones para descender.  Toda la sala está cubierta por un mosaico de factura poco cuidado.

De la esquina sureste sale un desagüe profundo de fábrica que atraviesa la habitación B-05, identificada como las laetrinae, con solado de baldosas o ladrillo.  De la habitación B-02 desciende una ancha escalera al figidarium (sala de baño frio) de forma trilobulada.  En 2010 han aparecido las habitaciones de las zonas templada y caliente (tepidaria y caldaria) con mosaicos e hipocausto (B-08, B-09 y B-10) Junto a ellas también una habitación rectangular rematada en ábside, con un bello mosaico geométrico (B-07)

RECREACIÓN DE LA VILLA

El conjunto de La Olmeda es uno de los mayores existentes en edificios no públicos del occidente romano.  Si exceptuamos los aproximadamente 400 m2 que tuvo la planta alta, casi por completo destruida, el resto se ha conservado en su mayor parte.  Su importancia no es solo por la cantidad, sino también por la calidad de su ejecución, tanto en los de diseño geométrico, como en los figurados, siendo muy superior a la que presenta la mayoría de los mosaicos tardorromanos de Hispania.

SANTA MARÍA DE MELQUE

Santa María de Melque, descubierta para la historiografía moderna por el Conde de Cedillo,  fue un conjunto monástico construido sobre una  extensa villa romana.   Su templo se ubicaba en el centro de un gran patio formado por otro edificio dotado de diferentes naves y dos alturas, que albergaba las distintas dependencias del monasterio.

SANTA MARIA DE MELQUE
SUCESIÓN DE ARCOS DE HERRADURA NAVE CENTRAL

Sin tradición constructiva, el primer estilo visigodo siguió las trazas de los monumentos romanos utilizando las basílicas cristianas de cruz latina, al principio con doble ábside (S. V-VI) y la cruz griega simple, inscrita en un rectángulo, que podría tener su precedente en la iglesia de los Santos de Constantinopla (desaparecida).   Tradicionalmente se la ha inscrito dentro de las iglesias del S. VII pero María Cruz Villalón duda de esa datación, al relacionarla con las construcciones armenias del S. IX.    El esquema constructivo de las basílicas de cruz latina se vincula con la arquitectura clásica de las grandes basílicas civiles públicas de las ciudades romanas con cubiertas de madera a dos aguas, en las que la nave central se sobreeleva respecto a las laterales, para permitir que en los muros situados sobre los pilares o columnas de separación de las naves, se abran grandes ventanas, que garantizan la iluminación del edificio, siempre orientados al este y con escasa decoración.

ÁBSIDE

Santa María de Melque,  totalmente abovedada sobre arcos de herradura, tiene planta de cruz griega de brazos desiguales, más largo el de dirección este-oeste, a partir del cual se fueron añadiendo estancias en las zonas laterales del ábside y junto al lado norte de la nave, dándole su actual estructura. Está inscrita en un cuadrado de unos 20 m. de lado, con linterna sobre el crucero, que se prolonga con un ábside en la cara este de menor altura, externamente cuadrado e internamente de planta de arco de herradura.      Dicho arco, sobrepasa en 1/3 del radio.  Este tipo de arco es sin duda una aportación visigoda, ya que no aparece en toda la historia del arte hispanorromano, hasta este momento.  Era mucho más abierto que el posteriormente usado por los musulmanes y sin clave.

COLUMNA ADOSADA CON CIMACIO Y RESTOS DE PINTURA

En las construcciones visigodas se utilizaron piedras muy gruesas, irregulares y resistentes, labradas en sillares dispuestos a soga y tizón y colocadas a hueso, es decir, sin argamasa;  de muros muy gruesos, como si temieran derrumbes, como así ocurrió en múltiples casos.  Le restaban sobriedad a los muros introduciendo a distintas alturas cenefas o frisos, normalmente con roleos, cruces de diferentes tipos, motivos vegetales, aunque en algunos casos introducen otros elementos, como los frisos decorados con roleos, motivos vegetales, animales o ángeles, el Sol y la Luna, de Quintanilla de las Viñas o unas simples filigranas de estuco en los arcos torales del crucero, como en el caso de Santa María de Melque, que la ponen en relación con influencias cristianas orientales de Siria o Jordania.  Su arco de herradura era mucho más abierto que el posteriormente usado por los musulmanes sin clave, en Santa María de Melque existen varios que así lo atestiguan.   Las cubiertas solían ser de vigas de madera a dos aguas o bien bóvedas de cañón o herradura.  Reutilizaron columnas romanas, unas veces con capiteles corintios o degenerados y en otras ocasiones el troncocónico invertido bizantino, como en San Pedro de la Nave, ricamente decorados y que en algunos casos son un antecedente al Románico, sobre ellos colocaban un cimacio que, más que elemento de la columna, era prácticamente una ménsula o saledizo del muro.

NAVE LATERAL

En las iglesias visigodas es frecuente ver pequeños pórticos a los pies o en los laterales, inspirados en las iglesias tardo-paleocristianas,  no suelen ser de carácter sepulcral, sino destinados a lugares de reunión.   Santa María de Melque cuenta también con dos habitaciones a los lados, a la altura del recinto anterior al ábside, comunicadas con éste y con los brazos del crucero.   La de su parte derecha está desaparecida y la de su izquierda, no se conoce su razón de ser.  El habitáculo que se encuentra a la izquierda de la entrada, sin tejado actualmente, pudo haber sido utilizado como lugar de reunión de los monjes pero en épocas posteriores, se utilizó como osario, tal como apuntan las excavaciones realizadas en la zona y también parece que tuvo un pórtico ante la entrada actual, ahora desaparecido.

ENTRADA

Ante el pórtico de acceso y ocupando una parte significativa del espacio abierto, se encuentran las tumbas del primer cementerio monacal, tradición combatida por los obispos a partir del siglo VI; las tumbas están excavadas en la roca y se cubrieron con grandes losas de piedra que han desparecido, seguramente reutilizadas para cualquier otra construcción.

TUMBA DE PIEDRA CUBIERTA CON UNA GRAN LOSA

Dentro de nuestro «museo» además existe un gran arcosolio, situado en el fondo del brazo sur del crucero, que nos sugiere que, Santa María de Melque pudo ser en algún momento un mausoleo destinado al enterramiento de un alto personaje del Reino Visigodo de Toledo, probablemente su comitente.   Existe la hipótesis de que la iglesia es en sí misma es un monumento funerario levantado a la mayor gloria de un miembro de la más alta nobleza visigoda, alguien perteneciente al Officium Palatinum, pero la falta de información que lo avale y las reformas posteriores no nos permiten atestiguar este punto.

 

LA COLINA DE TARA – Irlanda.

A 40 Km. de Dublín se ubica la Colina de Tara o «Teamhair na Rí» en gaélico, un lugar sagrado que ha sido eje de la vida política de la isla desde el Neolítico.

La Colina de Tara fue el lugar de coronación de los reyes irlandeses pre-cristianos y es uno de los sitios sagrados de la isla.  En aquellos tiempos no existía una monarquía hereditaria, sino que los reyes y aspirantes debían ganar en batalla el derecho a ser elegidos como tales. Se calcula que unos 142 reyes gobernaron Irlanda y fueron coronados en Tara.

A pesar que no haber sobrevivido ninguno de los edificios de aquella época, aún quedan vestigios de los perfiles de los mismos en marcas grabadas en la superficie de la colina. Todas las circunferencias y marcas de antiguas edificaciones se encuentran además incluidas en un extenso círculo en la tierra que data de la Edad de Hierro.    Se identifican los anillos de dos fuertes: hacia el este se ubica «Teach Chormaic» o Casa de Corma y hacia el oeste el «Forradh» o Asiento Real.

Lia Fail o Piedra del Destino

En el centro de este último, se encuentra la «Lia Fail» o Piedra del Destino, un menhir neolítico que preside esta colina desde hace 4.000 años.   La leyenda dice que esta piedra fue traída hasta aquí por los «Tuatha De Danaan», en el principio de los tiempos y que, cuando el verdadero Rey de Irlanda se paró sobre ella, la roca rugió como un león.  Ahora está silenciosa y se puede visitar así como la Tumba de los Rehenes, que aún está en bastante buen estado de conservación si tenemos en cuenta que cumple unos 4.500 años. Es uno de los pocos monumentos de la Colina de Tara que han sido excavados.

También se identifica perfectamente un rectángulo angosto cortado por un camino.   Ese rectángulo es una avenida ceremonial que conducía a los fuertes desde el círculo (fuerte) que está un poco mas distanciado: el «Ráith na Seanadh» o Anillo de los Sínodos.

Entrada a la Tumba de los Rehenes

La Colina de Tara se encuentra en la lista de sitios propuestos para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.

FUENTES:
http://web.archive.org/web/20071119065916/http://www.heritageireland.ie/sp/LugaresHistoricos/Este/HillofTaraMeath/
http://www.mythicalireland.com/ancientsites/tara/index.html

SKARA BRAE- Bahía de Skaill (Islas Orcadas)

Skara Brae se descubrió debido a una gran tormenta el año 1850 que arrancó la hierba y dejó al descubierto las estructuras de piedra, se han encontrado casas del 3.000 a.C. ocultas bajo capas de sedimentos acumuladas durante siglos. Entre 1928 y 1930 fue excavado por Vere Gordon Childe.
POBLADO
El conjunto está formado por diez recintos semisubterráneos e interconectados por pasadizos que se han conservado perfectamente gracias a que las casas están construidas empleando la técnica de la arquitectura subterránea, utilizando para ello un material de desecho Køkkenmødding, el «midden».      El midden está formado por material orgánico en descomposición que contiene ceniza, conchas, hueso, piedra y restos de las actividades diarias. Tiene la textura de la arcilla dura que consigue dar al recinto una consistencia y protección formidables.   Su función principal era ofrecer aislamiento contra el duro clima de las Órcadas.    Dado que en esta zona apenas crecen árboles, los habitantes de Skara Brae empleaban maderas traídas por la marea y huesos de ballena, recubiertos con paja y hierba, para cubrir sus viviendas.   Cuando Skara Brae fue abandonado, la arena terminó de enterrarlo todo.
El grado de conservación tan perfecto solo puede ser comparado con el de Pompeya.
Todas las casas tienen la misma estructura, medían unos 40 m2 y tenían un hogar central para el fuego y separaciones pegadas a la pared a modo de pequeñas habitaciones o alcobas. Algunas de ellas tienen incluso un desagüe para el agua por debajo, lo cual hace preguntarnos si ya disponían de retretes dentro de las casas. Frente al hogar está la estantería o aparador, símbolo de Skara Brae, un asiento de piedra frente a él, camas a los lados y varias cajas con depósitos de piedra, sus juntas están impermeabilizadas con arcilla. Siete de las diez viviendas tienen una distribución similar, con camas y vestidores situados en lugares casi idénticos. El vestidor quedaba directamente frente a la puerta principal, por lo que sería lo primero que se vería al entrar en la casa. Una octava casa un tiene mobiliario y está dividida en pequeños cubículos. Probablemente se empleaba como taller para la fabricación de herramientas sencillas, como agujas o hachas, ya que durante su excavación se descubrieron restos de piedra, hueso y cuerno.
INTERIORES
William Watt de Skaill realizó la primera excavación que abandonaría en 1868 y sacó a la luz cuatro casas. En 1925 otra tormenta dañó el asentamiento y construyó un muro de protección, ampliando la excavación. Se creyó que se trataba de un asentamiento de la Edad del Hierro (h. 500 a.C.), las investigaciones con carbono 14 demostraron que fue habitado durante unos 600 años desde el 3.200 y el 2.200 a.C. Hacia el 2500 a. C., el clima cambió, volviéndose más húmedo y frío, y el asentamiento fue abandonado.
Hay diversas teorías que intentan explicar la desaparición de los habitantes de Skara Brae, pero ninguna ha podido aportar pruebas concluyentes Curiosamente, este asentamiento también ofrece el primer testimonio de la existencia de la pulga Pulex Irritans en Europa.
FUENTES:
– El corazón neolítico de las Orcadas – https://www.historic-scotland.gov.uk/

 

TEMPLO DE HATSHEPSUT, tambien conocido como Djeser-Djeseru («La maravilla de las maravillas»)

Fue construido por la reina Hatshepsut en forma de terrazas de grandes dimensiones con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras el templo. La obra se debe al arquitecto Senenmut quien consiguió una perfecta armonía de proporciones además de emplear los mejores materiales. El templo está en parte excavado en la roca y en parte construido externamente, basándose en las construcciones previas realizadas por Montuhotep I.    Se construyó entre los años séptimo y vigesimoprimero del reinado de la reina y Tutmosis III.
 
Constaba de una calzada de 36 metros de anchura rodeada de esfinges que conducía desde el templo de acogida hasta el gran patio, al que se accedía a través de dos terrazas escalonadas, construidas en la ladera de la montaña y unidas mediante rampas. Las terrazas se apoyan en muros de carga y están separadas por columnatas o pórticos.

Tras la entrada se accede a la primera terraza, un gran patio rodeado de muros bajos y largos con un doble pórtico de cierre.   Está decorado con relieves que representan barcazas construidas para transportar los obeliscos desde Assuán al gran templo de Amón en Karnak y escenas de caza y pesca.    En esta primera terraza había dos estanques con forma de T que contenían plantas ornamentales.
Una rampa ascendente con el león que protege el nombre de la reina da acceso al segundo nivel, con un pórtico formado por dos filas de veintidos pilares cuadrados con escenas del nacimiento, educación y coronación de la reina y una expedición comercial por mar
hasta el país de Punt, así como la procesión de regreso al templo de Amón.    Estos famosos relieves fueron ya restaurados por Seti I.    A la derecha otro pórtico inacabado con columnas y cuatro nichos.    
En el ángulo entre ambos pórticos se encuentra la capilla de Anubis con un vestíbulo y tres santuarios, decorado con escenas de su padre, Tutmosis I y Hatshepsut haciendo ofrendas a Anubis y Amón.   En el extremo izquierdo está la capilla de Hathor excavada en la roca y que se compone de dos salas hipóstilas. Una de las salas consta de columnas hatóricas y la  otra de columnas acanaladas.     El templo está decorado con escenas de fiestas en honor de Hathor y ofrendas de la reina a los dioses así como decoración del firmamento.
La tercera y última terraza contenía veintidós columnas precedidas de pilares osiríacos, que fueron destruidos por Tutmosis III cuando asumió los plenos poderes tras la muerte de Hatshepsut.     En este nivel, en el lado sur, a la izquierda de la terraza, se encuentra la capilla de Tutmosis I y la cámara de ofrendas de la reina, excavada en la roca.   En el lado contrario, norte, están las salas dedicadas a Ra-Horajti, un vestíbulo con nicho sobreelevado y un patio interior con ara solar, y las de Amón y Amonet.

La última estancia del templo, el santuario, consta de tres salas con nichos para colocar objetos de culto, la primera de las cuales estaba destinada a albergar la barca sagrada.   En ella hay decoraciones de la reina, su hija Neferura y Tutmosis III haciendo ofrendas a Tutmosis I y II y a la reina Ahmes Nefertari.   La tercera sala fue excavada por Ptolomeo Evergetes II y está consagrada al culto de funcionarios divinizados como Amenhotep (Hijo de Hapu) e Imhotep.   En el lado occidental de la parte trasera de la sala se encontraban una serie de nichos que contenían estatuas de la reina y una entrada en el muro conducía al santuario.   Desde el segundo patio se accedía a unas capillas que estaban dedicadas a Anubis y Hathor.